Una de las formas de mejorar tu español es tomar clases del idioma. Existen muchos tipos de clases: individuales, grupales, en vivo, online, etc. Las clases de español también varían según los contenidos. Algunos cursos se organizan a partir de libros de texto o de ejercicios temáticos, con clases bien estructuradas. Otras clases, en cambio, tienen una organización más laxa, menos rígida. Son más desestructuradas.

Según nuestra preferencia personal podremos elegir clases más o menos estructuradas. Si nunca tomaste clases usando algún libro de texto o un formato estructurado, te recomiendo hacerlo. De la misma manera, si aún no probaste tomar lecciones más informales (por ejemplo, una tutoría de conversación), te aliento a hacerlo. De ese modo vas a conocer distintos tipos de clases de idioma. Esto resulta útil para aprender a identificar qué es lo que más nos gusta, o lo que mejor nos funciona.

Más allá del tipo de clase de español que tomes, es importante saber que podés elegir. Podés decirle a tu profesor o profesora qué es lo que estás buscando, cuáles son tus objetivos con el idioma. Podés proponerle usar un libro de texto que te interese. Podés proponer temas de conversación. Incluso podés decirle qué tipo de correcciones te gustaría recibir.

Tomar clases de español no es un proceso pasivo. El profesor o la profesora proponen algo, pero vos sos quien decide. Si hay algo que no te gusta, no te sirve o no te interesa, podés decirlo. Podés tomar un rol activo en tus clases de español. ¡Es tu derecho! Así vas a aprovechar al máximo el beneficio de tomar clases con instructores 🙂.

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