Cuando empezamos a aprender un idioma, tarde o temprano llega el momento de practicar y mejorar nuestra pronunciación. Es entonces cuando surge la pregunta: ¿qué acento aprender? ¿Qué variedad del idioma elegir? En el caso del español vamos a encontrar una amplia variedad de opciones. Por un lado tenemos el acento (o los acentos) de España; por el otro, todas las variedades de español que se hablan a lo largo y a lo ancho de Latinoamérica.
El primer paso antes de elegir un acento en particular es conocer cuáles son las opciones. Escuchar cómo se habla el español en México, en España, en Perú o en Argentina. Claro que no es necesario escuchar todas y cada una de las variedades. La idea es tener un panorama más o menos general y poder identificar qué es lo que más nos gusta o nos sirve.
Una de mis motivaciones al ofrecer la serie Spanish Novels con tres variedades de acentos generales (de España, de Argentina y una variedad “neutra”, basada en el español mexicano) fue ofrecer a los estudiantes una muestra de la riqueza del español. En distintos lugares pronunciamos el español de maneras muy diferentes.
En algún punto de nuestro aprendizaje de español (por ejemplo, al alcanzar un nivel intermedio) puede ser una buena idea “especializarnos” en un solo acento. Después de haber probado distintas opciones, llega el momento de elegir una variedad para practicarla nosotros mismos. Esto nos va a ayudar a tener un acento más consistente y comprensible para los demás.
Elegir un acento de español también nos ayuda a construir una identidad en este idioma. El objetivo es “mimetizarnos” con un hablante del idioma y empezar a imitarlo (con técnicas como el shadowing). Si tomamos clases de español, la figura del profesor o profesora también puede ayudarnos mucho en ese sentido.
A lo largo de este proceso también es importante saber que es posible mejorar tu pronunciación en español. No solo es posible, sino que también puede ser muy divertido. Así que, si esto es algo que te entusiasma, te animo a hacerlo 🙂.
