Cuando aprendemos un nuevo idioma, estamos aprendiendo una nueva forma de ver el mundo. Cada idioma es la expresión de una cultura, de un estilo de vida. Por eso, al aprender un idioma, puede ser útil asumir una nueva identidad. Y no me refiero a cambiar tu nombre de John a Juan, o de Alice a Alicia. La identidad al aprender un idioma incluye cambios más grandes.
Digamos que una persona quiere aprender español de España. Una de las mejores cosas que puede hacer es “adoptar” una identidad basada en esa variedad del español. Algunos de estos cambios son bastante evidentes. Por ejemplo, mirar y escuchar contenido de España. Al momento de empezar a practicar pronunciación, elegir una pronunciación de español ibérico, de España. Tomar clases de conversación con alguien que hable esa variedad de español.
Asumir una identidad de “persona que habla español ibérico” puede ser algo divertido. Puede ser un juego, pero también es un homenaje a todos los hablantes de esa variedad de español. Al esforzarnos a desarrollar una identidad de ese tipo, les damos a entender que su idioma nos importa lo suficiente. Nos tomamos el tiempo necesario para aprender cómo funciona y tratar de replicarlo.
Alguien que trabaja sobre su identidad en los idiomas que aprende logra establecer vínculos más cercanos con hablantes nativos. A sus ojos, nos volveremos más parecidos a otros hablantes nativos del idioma. Si practicamos para reducir nuestro acento extranjero, eso nos ayudará a conectar con las personas que nacieron hablando ese idioma.
Hacer estos cambios de identidad no solo requiere de tiempo, esfuerzo y dedicación. Uno de los desafíos es psicológico. Para superarlo, tendremos que resignar nuestra “exclusividad” de identidad cultural ligada a nuestro país de origen. No es que dejes de ser estadounidense, turco, o vietnamita para pasar a ser “español” o “española”. Es posible agregar identidades. Al adoptar una nueva no perdemos las anteriores. Simplemente, es cuestión de estar dispuestos a ser “algo más” que eso que desarrollamos en nuestros primeros años de vida 🙂.