Una de las virtudes de los estudiantes más efectivos es la constancia. Se trata de la capacidad de hacer algo de manera firme y perseverante a lo largo del tiempo. Una persona constante en sus estudios de español practica con regularidad, según una frecuencia elegida. Por ejemplo, todos los días, día por medio, o bien los días de semana (con una pausa los fines de semana). Esta persona elige cierta frecuencia y luego se aplica para mantenerla, sin excusas ni concesiones. A algunos les resulta más fácil que a otros mantener esta constancia en sus estudios. Veamos algunas cosas que podemos probar para desarrollar constancia.
Si queremos ser constantes en nuestros estudios, podemos lograrlo por distintos caminos. Uno sería a través de la mera fuerza de voluntad, forzándonos a hacer algo aun cuando no queramos hacerlo. Otro camino posible sería estudiar porque queremos hacerlo, porque tenemos ganas de hacerlo. Puede que esto suene extraño o contra intuitivo. Estamos acostumbrados a pensar en el estudio como una obligación, como una carga. Como algo desagradable. Pero no tiene por qué serlo. Si pensamos en por qué estamos estudiando español y nos lo recordamos todos los días, podemos conectar con esta motivación profunda.
Otro modo de mantener la constancia en el estudio de español es la elección de los materiales de aprendizaje. Si usamos contenidos que realmente nos gusten, tendremos más ganas de seguir haciéndolo. Es importante que disfrutemos de los materiales. Después de todo, pasaremos gran parte de nuestro tiempo de estudio con ellos. Lo mismo vale para la elección de nuestros compañeros de conversación (ya sean intercambios o profesores). Te animo a elegir personas con las que te sientas a gusto y que te alienten a mejorar y a superarte. Si tenés experiencias negativas con ellos o sentís incomodidad, recordá que también podés practicar con otras personas 😊.
¿Cómo mantenés la constancia al aprender español?
