Aprender español puede parecer una tarea titánica, algo de nunca acabar. Hay tantas cosas por aprender, tanto por explorar. Y, cuanto más aprendemos, más lejos parecen estar las metas que nos pusimos. Algunas metas son ambiciosas: leer una novela en español para nativos, tener una conversación profunda sobre temas actuales o escribir un libro en español. Me parece genial tener metas altas. Y también me parece importante tener mini-metas que nos conduzcan hacia ellas.

Las mini-metas nos ayudan a mantener la motivación mientras seguimos trabajando hacia las metas más elevadas. Se trata de objetivos que están en el mismo camino que nos lleva hacia las metas grandes. Por eso, para muchas personas, tiene sentido poner el foco en estas metas más pequeñas.

Veamos el caso de una persona que se propone en el futuro poder leer una novela en español para nativos. Una mini-meta que lleva hacia ese objetivo es leer una novela en dificultad graduada (como las Spanish Novels). Este paso se puede repetir en niveles de dificultad sucesivos. Por ejemplo, poder leer con un buen nivel de comprensión una novela A2 (primera mini-meta), una B2 (segunda mini-meta) y una C2 (tercera mini-meta).

Otro camino podría ser trabajar con contenidos para nativos en extensiones y dificultades cada vez más largas. Si queremos llegar a poder leer una novela larga, podemos empezar con un cuento sencillo de unas pocas páginas (primera mini-meta). Después de eso podríamos seguir con un cuento de entre cinco y diez páginas (segunda mini-meta). Luego, un cuento largo (tercera mini-meta). Y así seguimos avanzando hasta llegar hasta el nivel de extensión y complejidad que buscábamos.

Las mini-metas nos ayudan a progresar hacia los logros más grandes, manteniendo la motivación para seguir practicando todos los días 🙂.

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