«Incluso un cerebro cansado encuentra descanso y se relaja haciendo traducciones espontáneas de anuncios publicitarios, números de casas, fragmentos de conversaciones, etc., para su propio entretenimiento».

Kató Lomb

Hay ocasiones en las que estamos cansados y no tenemos ganas de practicar español. Nos gustaría leer un libro o mirar un video, pero simplemente no podemos hacerlo. En esos casos podemos probar hacer algo de práctica espontánea. Se trata de una práctica más informal que podemos hacer en casi cualquier circunstancia.

Una de estas actividades es la traducción de fragmentos de conversaciones de extraños. Consiste en escuchar y traducir mentalmente al español una frase dicha por otra persona que nos cruzamos. Esto resulta ideal para quienes viven en una ciudad en la que no se habla el español. Podemos intentar traducir lo que lleguemos a escuchar de una conversación en la calle, en un restaurante o en una tienda.

Aquellos que tengan dudas con los números en español, pueden aprovechar los paseos por la calle para practicar de distintas maneras. Una forma es practicar con los números de calles en cada casa. La segunda consiste en practicar con los números de las patentes o matrículas de los autos. Nuestra tarea es decir o pensar el número entero o una parte (podemos tomar dos, tres, cuatro o más dígitos).

El objetivo de esta práctica espontánea es crear aún más oportunidades de mantener tu español en formas fáciles y divertidas 🙂.

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