Sabemos que el input comprensible es importante para aprender un idioma. Necesitamos usar contenido que podamos entender. Dicho esto, a veces también es útil desafiarnos y probar leer contenidos más difíciles. Por ejemplo, un estudiante de nivel intermedio, puede animarse a leer textos para avanzados. Un principiante, puede probar con libros para estudiantes intermedios.
Una forma de probar esta estrategia es usar libros ya conocidos. ¿Por qué no buscar la traducción al español de un libro que ya hayas leído en tu primer idioma? Usar contenido que nos resulte interesante puede reducir la dificultad. Tendremos tantas ganas de poder leer eso que la dificultad ya no será un obstáculo tan grande.
Cuando practicamos la lectura con libros difíciles no es necesario leerlos de principio a fin. Podemos leer una sección, un capítulo o hasta algunos párrafos. Si se trata de un libro de no ficción, también podemos leerlo de manera desordenada. Lo que cuenta es leer algo.
Hay libros en español que son difíciles incluso para los hablantes nativos. Eso no debería desanimar a un estudiante de español que tenga ganas de leerlos. Ese es el caso de libros como “Don Quijote de la Mancha”, de Cervantes, o “Ficciones”, de Borges. En cualquier caso, el esfuerzo vale la pena.
Leer libros difíciles en español es un reto para cualquier lector. Y vas a ver que este reto puede transformar totalmente tus habilidades con el idioma 🙂.
¿Qué libro difícil te gustaría leer?