«Ten la absoluta certeza de que eres un genio con los idiomas».
Kató Lomb
La genialidad no es solamente una condición o una capacidad que viene dada de nacimiento. También puede ser una actitud, un modo de acercarnos a aquello que practicamos. Los que aprendemos lenguas extranjeras, por eso, podemos creernos genios con los idiomas. Podemos asumir una actitud positiva y confiar en que tenemos una capacidad extraordinaria para aprender.
Kató Lomb —una políglota húngara capaz de hacer traducción simultánea en diez idiomas— era genial con los idiomas. Ahora bien, esta genialidad no tiene nada que ver con una habilidad intelectual fuera de lo normal o con un superpoder para aprender lenguas extranjeras. Aprendió la mayor parte de estos idiomas de manera autodidacta, con esfuerzo, paciencia y dedicación. Tenía una curiosidad insaciable y una actitud extremadamente positiva. En «How I Learn Languages» (pág. 160, «Ten Suggestions for Successful Language Learning»), Kató escribe:
X. Be firmly convinced that you are a linguistic genius. If the facts demonstrate otherwise, heap blame on the pesky language you aim to master, your dictionaries, or this book—but not on yourself.
En mi opinión, ser un genio con los idiomas tiene que ver con desarrollar una voluntad de aprender y de conocer más. Es una disposición positiva, llena de curiosidad. Y —lo mejor de todo— es que esto es algo que se puede adoptar, mantener y desarrollar en cualquier momento de la vida.
Uniéndome a lo dicho por Kató, si en algún momento —leyendo alguna de las Spanish Novels— los hechos te demuestran que no eres un genio, puedes echarle la culpa a los libros (¡o a mí!). 😀