Consumir contenido en los idiomas que estudiamos es una excelente manera de mejorar. Este contenido puede venir en forma de texto, audio o video. Dos medios bastante populares para practicar español son las series o películas que encontramos en Netflix y los libros en español. Es posible mirar Netflix y también leer libros. Sin embargo, el tiempo de práctica de idiomas suele ser limitado. Por eso, muchas veces tenemos que elegir. O miro Netflix o leo un libro. ¿Qué será mejor?

Una de las ventajas de mirar Netflix es la posibilidad de cambiar el idioma del audio que escuchamos y cambiar los subtítulos. Con la ayuda de herramientas adicionales, incluso es posible usar subtítulos dobles de forma simultánea. Esto resulta especialmente útil en las primeras fases de aprendizaje de un idioma. Dado que Netflix tiene un mercado global y apunta a grandes audiencias, el nivel de dificultad del contenido que encontramos allí no es tan alto. Una vez más, si estamos en un nivel principiante o intermedio-bajo, esto puede ser una ventaja. Para los estudiantes más avanzados, en cambio, se vuelve una limitación. Otra característica del contenido en video es que resulta mucho más atractivo y fácil de consumir que el contenido de texto.

La lectura de libros, por otra parte, es un método de práctica y aprendizaje de idiomas usado desde hace muchos siglos. Una de sus ventajas es que nos ofrece una mayor densidad de palabras por minuto que el contenido audiovisual. Eso significa que si leemos un libro durante una hora, vamos a encontrar una mayor cantidad de frases y palabras para aprender que si miramos Netflix durante una hora. Aquellos que leemos con dispositivos digitales (como e-readers, celulares o tablets) también podemos buscar el significado de palabras de forma instantánea. A través de la lectura, también ejercitamos la imaginación y podemos co-crear las historias junto a quienes escribieron los libros. Cuando leemos libros tenemos un rol más activo que cuando simplemente miramos una serie en video. La lectura de libros puede usarse desde el comienzo del aprendizaje (especialmente si usamos lecturas graduadas como las Spanish Novels) y hasta los niveles más avanzados. Siempre podemos encontrar material más desafiante.

Aquí también se trata de una cuestión personal. Si te gusta mirar Netflix no es necesario que te prives de ello. Si no te gusta leer libros tampoco hace falta que te obligues a leer (aunque también está la opción de escuchar audiolibros 😉). En cualquier caso, mi consejo es intentar buscar contenido interesante y desafiante que te ayude a alcanzar tus metas con los idiomas 😊.

¿Vos qué preferís hacer para practicar español?

¿Mirar Netflix o leer libros?